Héctor Tronquito Gamarra, dejó muchas historias

6 ENE 2023
"Tronquito" Gamarra

Anoche falleció Héctor "Tronquito" Gamarra, quien forma parte de la historia del fútbol del Chaco. Entrevista de Cacho Leguizamón en su libre "Por Siempre For Ever"

-HECTOR “TRONCO” GAMARRA-

Allá por la primera mitad de los ochenta tuve la satisfacción de concurrir a una charla presentada en el auditorio de la Aula Magna de la UTN donde dón Osvaldo Ardizzone - prestigioso periodista y filósofo argentino ya desaparecido- iba a deleitarnos con su disertación. Fue ahí donde pude enterarme por el mismo disertante, quien ha sido como futbolista el “Tronco” Gamarra. En un determinado momento de su alocución, el periodista, dirige la mirada hacia el auditorio reconociendo a Gamarra; estaba sentado en las últimas filas, cuando inmediatamente le preguntó: Ud; ¿por las dudas, no es Gamarra?... evidentemente, “Tronquito” fue alguien que había dejado su impronta como titular en aquella fabulosa tercera campeona del River de tantos monstruos. Si no alcanzó definitivamente la primera división solo había sido por los cracks que tenía delante, eran éstos, los integrantes nada más ni nada menos que de “La Máquina”, famosa delantera si las hubo. Con sus 80 años sigue caminando en la zona del poli-deportivo Jaime Zapata, junto a su esposa. Tiene su casa en el Barrio San Cayetano donde atesora recuerdos que los comparte junto a sus tres nietos. La verdad es que, “Tronquito” ha sido uno de los pocos privilegiados que estuvo rodeado por las más grandes estrellas que tuvo el fútbol de aquella época. Como técnico de CHACO FOR EVER ha sido el primero en dirigirlo en una instancia Nacional.-

-Sos recordado como el primer técnico de FOR EVER en un torneo Nacional, pero como tu pasado como jugador es muy rico quiero que nos cuentes algo.

- Lo de River es lo que me hizo trascender pero también tengo vivencias que hoy se me borran de la memoria, pero algunas importantes me quedan como aquel récord en Chile, que creo, aún perdura como el gol más tempranero, y fue así: habían pasado 30 segundos de ponerse en movimiento la pelota cuando le convertí aquel gol. Siempre he sido muy ordenado en mi vida, ahí sobre la mesa están los recortes de la época que avalan lo que te digo.-

-¿Tan difícil era que juegues en Primera integrando la Máquina? ¿Cómo es eso si los diarios dicen que eras un excelente valor?

-Los integrantes de la Máquina eran lisa y llanamente unos monstruos. Yo integraba aquel equipo solo en partidos de gira, porque eran tan estrellas que no querían jugar amistosos. Solo me faltó la oportunidad para que jugara por puntos, pero era imposible, sí, he sido titular indiscutible en aquella tercera que dos años seguido fue campeona, con los mismos jugadores que alcanzaron la primera. Eliseo Prado fue mi compañero, también Amadeo Carrizo.

-¿Cómo eran aquellos momentos en River?
-Recuerdo cuando llegábamos a las prácticas y me ubicaba cerca de José Manuel Moreno; todas las veces que teníamos un descanso el “Charro” se acostaba en el pasto para dominar la pelota por el tiempo que se le ocurría. Era fabuloso verlo, una cosa increíble, creo que fue más habilidoso que Maradona, además tenía una pinta bárbara, le gustaba mucho la noche y lo seguían mucho las mujeres. Así y todo creo que ha sido el jugador más extraordinario que dio el fútbol argentino… no sé si no estaba por encima del Diego.-

-¿Cómo se produjo tu vinculación con FOR EVER?
- FOR EVER me contacta en junio del 67 para sacar al club del último puesto en la Liga local, que lo compartía con Bancarios, pero además lo hicieron para que vaya armando el equipo para ese Regional que a la postre con esos mismos muchachos clasificamos para el Nacional del sesenta y ocho; ese fue un equipo que nos hizo trascender a Nacionalmente y que por otra parte hizo que sonara fuerte cada vez que se presentara en el escenario que fuera. En ese primer Regional competimos en nuestra zona con Formosa- Santiago- Misiones. Cordoba y Corrientes.- Tuve como ayudante por ese entonces a una gran persona como Marcos Goycoechea, un profesor de Educación física que sabía mucho y que también llegó a dirigir.

-¿Cómo ha sido tu itinerario hasta llegar a River?
- Primero probé en Boca y no me quedé porque me exigían tres días de entrenamiento, que no podía cumplir porque estudiaba y trabajaba. Además jugué en la Unión Española de CHILE, donde fui suceso en los dos años que estuve.

-¿Cuándo comenzó como técnico?
-Ya me había retirado del fútbol; fui el primer chaqueño recibido. Con 36 años dejaba una militancia futbolística que comprendía River- Newells- Chile-. Colombia y mi regreso al país para jugar un año en Sarmiento, cuando ya había perdido la motivación. Muy lejos había quedado mi Don Orione, club que allá por el 43 se había formado en mi casa, cuando era yo muy pequeño, aunque el club de mis inicios ha sido Santa María de Oro. Volví a la Liga -en el setenta- luego de un frustrado intento para dirigir en Ecuador. Con Don Orione, con un gol a los 45 minutos obtuvo el empate para ser campeón, con aquel equipo que partició luego en su único Nacional dirigido por Lestani.

-¿Por qué dejaste de ser el técnico de ese equipo?
-Me tuve que ir porque la gente presionaba demasiado queriendo que el equipo superara a aquellos equipos como Independiente.- Boca- Racing- Estudiantes o Central que estaban en nuestra zona. Era legítimo que así piensen, pero para nosotros era imposible, porque no eramos enteramente profesionales, entrenabamos diferente. Era un grupo inolvidable, con figuras que tranquilamente hubieran descollado en el fútbol de la Capital. Villanueva, Piscizeck, Cubillas, Cáceres, Fernandez, Rotger o López y cuantos otros.

-¿Conociste a alguno en el club con categoría de crack?
- De acá tuvimos pocos que pudieran haber alcanzado la categoría de ídolo, porque para eso tiene que tener no solo calidad sino jugar muchos años en el mismo club. El Roque Murguía ha sido un crack, pero no estaba preparado para la alta competencia.

-FOR EVER siempre ha tenido buenos formadores en sus inferiores, o me equivoco.-
- Claro, pero pecó por desorganización, me consta de que sus entrenadores de inferiores han sido muy buenos. Te cuento algo inadmisible para un club, en una oportunidad, durante la segunda etapa de Motta, en una de las práctica, Carlos Valiente, un centro delantero al que estábamos formando y que era el más firme proyecto nuestro, le hace un gol a la primera profesional que él estaba dirigiendo, y como el pibe lo festejó, Motta lo sacó de la práctica, sin darle explicaciones y mucho menos consejos, ése pibe se termino yendo del club y continuando su carrera en Formosa. Ahí te podés dar cuenta que los técnicos que venían de afuera poco les interesaba lo que pudiera salir de acá. Si en el club hubieron escuchado un poco más a los que fueron jugadores otra sería la realidad, sé de casos de jugadores que al momento de arreglar pedían treinta, y ellos, de dadivosos, le daban cuarenta con el compromiso que pusieran todo y un poco más…cuando eso no te asegura nada. No se si me entendés. La economía debe estar siempre presente, porque a la larga se siente-

-¿Qué partido te viene a la memoria?
-Cuando ascendimos contra Guaraní, recuerdo como si lo estuviera viendo a Rotger escapandose solo, corriendo con la pelota para entrar al arco, cuando desde atrás lo foulean, ya iban 45 minutos del segundo tiempo. Al penal lo pateó Cáceres, y nos dió el pasaje contra Racing de Córdoba, donde Villanueva fue el arquero más formidable que he visto en un encuentro de fútbol; ése petiso se convirtió en gigante debajo de los palos, haciendo que obtengamos el pasaporte al torneo Nacional. El negro Sandoval jugó lesionado y así y todo me aguantó todo el partido en una época en que el cambio no existía.- También, ya en el Nacional, aquel partido de la segunda fecha cuando recibimos al Racing campeón del mundo, donde perdimos ajustadamente con gol del “toro” Raffo.

- ¿Cómo eran aquellos jugadores?
-Cubillas era un jugador que no mezquinaba nada, Cassiet un marcador formidable. “Nonín” López era un mediocampista muy capaz. Rotger fué un cinco de aquellos, uno de los mejores que he tenido. Mingo tenía categoría por eso marcaba la diferencia. Julio Miranda también metía como los mejores. Sandoval junto a Villanueva han sido la estructura más firme.

- Y de aquel partido frente a Racing de Córdoba, ¿que me contás?
-Todo fue una locura, una de las mejores finales cuando he sido técnico, terminamos con nueve hombres, y nos clasificamos para jugar el primer Nacional. Después a la gente se le subieron los humos, querían ganarle a los grandes, ¡por favor!, Boca, River, Central ya eran super profesionales, y lo nuestro era una primera experiencia, aunque a todos les dimos trabajo, faltando tres fechas renuncié, la gente estaba insoportable, pensaba que yo era el culpable…pero esas son las reglas del juego, el técnico termina siendo el fusible.

-¿Cuántos años estuviste en River Plate?
- Dos años, donde salí campeón con la tercera, jugiué con Eliseo Prado, con Gallo, El Gallego Perez, también con Bravo que venía de Central. En Chile también jugué con los mejores. Luego llegué a Colombia, en la época en que a los jugadores argentinos que le pagaban con uno o dos kilos de oro, llegué a tenerlo como técnico en Medellín a José Manuel Moreno que ya se había retirado. En las prácticas lo había tenido como compañero, he jugado con Vernazza, Prado, Gamarra, Walter Gómez, Laguna y Cristoff, (era la formación de River en las giras) porque los integrantes de La Máquina en las giras ni amistosos no jugaban jamás, ahí te daban para que puedas jugar vos. En los partidos oficiales ni ahí que te iban a dejar jugar.

- ¿Qué cree que pasó con el club cuando quebró?
- Se equivocaron feo, no se podía traer todo de Buenos Aires, había que mirar a los chicos locales, que siempre fueron muchos, además, hay que tener en cuenta que FOR EVER absorvía a todos, todos llegaban allí por los momentos que estaba viviendo, deberían haber aprovechado eso. Además siempre su cantera ha sido prestigiosa, mal en la política, capaz que porque los que lo dirigieron por aquel entonces eran pudientes, pero eso no es para siempre, cuando se retira el que tiene mucho nada le queda por hacer al que tiene menos.

-La anécdota:

-Muchísimas, pero la risueña fue en aquel debut en la cancha de Boca, cuando el “Baby” Cubillas, apenas comenzó el juego, uno de los jugadores uruguayos que Boca tenía lo trataba de humillar verbalmente para que se distraiga de partido, le decía que éramos indios y que solo nos faltaba la flecha. En un determinado momento éste jugador cae al piso, nadie había visto aquel golpe preciso de quiebre de muñeca medido en la pera, solo por eso no fue echado. El jugador aquel se equivocó mal en elegir la víctima… Cubillas era un doble deportista; jugador de fútbol, y también boxeador de profesión.