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El Diablito es mayor de edad

Arranca su último año en River, que sigue intercambiando documentación con los ingleses.

Cumple el Diablito Echeverri. Cumple dieciocho años mientras transita el que será su último año en River. Entre el martes y el miércoles, dependiendo de los últimos detalles que se están conversando, habrá acuerdo entre el club argentino y el City Group por el traspaso del juvenil, que firmará por seis temporadas. Una operación que se oficializará más temprano que tarde -dado el receso de Fiestas la negociación podría estirarse un poco más de lo esperado- y que incluirá cifras a pagar en efectivo, bonus por productividad pero sobre todo un acuerdo de cesión por 12 meses. Ese año que hace diez días el jugador prometió que se quedaría, luego de revelar en Santiago del Estero que no renovaría su contrato.

¿Qué deseos le elevará a la gracia de las velitas? ¿Alcanzan tres? Por lo pronto Echeverri deberá tener paciencia: el año implicará retos. Si el City Group decidió que se quede un tiempo más en River es para que complete allí su maduración emocional, física y futbolística. En otras palabras: deberá ganarse un lugar preponderante en el equipo de Martín Demichelis, luego sostener a lo largo de todo un partido el nivel de sus primeros 60’ como titular -ante Central, por el Trofeo de Campeones- para después lograr regularidad en un 2024 que será exigente por las diversas competencias que su cuadro tendrá por delante. En ese contexto, con apenas 18 abriles, Echeverri deberá aprender a convivir con potenciales vaivenes futbolísticos propios sin que eso le haga mella. Situación que es posible que ya haya atravesado en algún momento como juvenil, pero no con el nivel de exposición que ganó su figura a partir de todo lo acontecido en las últimas semanas. Y con un clima que cambió en torno su figura.

El desafío no solo será futbolístico para el Diablito Echeverri

Aquel “no voy a renovar” que el chaqueño expresó el 22 de diciembre fue leído por los fanáticos como una reacción de ingratitud hacia un River que cobijó a Echeverri desde sus 11 años. La primera mirada del hincha fue que se iría libre, que no le dejaría dinero a la institución. Sin embargo, aun saliendo a la luz la negociación con el City Group, la que le garantizará decenas de millones de euros al club, ese desgaste todavía no quedó curado. Quizás el fútbol logre, poco a poco, ir cicatrizando las secuelas de aquel sincericidio…

River y el City Group están cruzando papeles para terminar de cerrar la transferencia. (Matias Martin Campaya)River y el City Group están cruzando papeles para terminar de cerrar la transferencia. (Matias Martin Campaya)

Así las cosas, el Diablito descansó en Chaco preparándose, también, para completar esa transformación muscular que inició al ser promovido a Primera en mayo. Un trabajo general monitoreado por los preparadores físicos del CT y que complementó a contraturno con un profe particular. Un proceso integral que Demichelis entiende que el creativo debe culminar para así poder soportar las exigencias de un gigante como River en competencias ABC1 como la Copa Libertadores, la gran zanahoria a perseguir.

Echeverri tendrá que acostumbrarse a la vida nueva que se le presentará con este año nuevo. Lo hará rodeado de su familia, ladera inseparable en cada uno de los pasos que dio desde que llegó a Buenos Aires para empezar a transitar su camino en River. También de un grupo de futbolistas que lo fue apuntalando durante 2023. Uno que si bien se quedó con el gran líder de la manada -Enzo Pérez- tendrá otras voces con currículum para facilitarle el andar profesional.

En síntesis: a Echeverri se le avecina un año de crecimiento profesional pero a la vez personal. Pero a una velocidad impensada -y poco saludable- para un chico que, en sumatoria de minutos, apenas superó los dos partidos completos en Primera (186’). Y asimilando que más allá de la última hoja del almanaque no habrá un viaje a Manchester para integrarse al plantel del campeón del mundo y de la Champions sino una escala previa en un equipo de menor fuste (¿Girona, parte de la escudería del CG?) a modo de aclimatación a las exigencias UEFA: con el #10 en desuso, tácticamente el Diablito tendrá que aprender a ser versátil. Un proceso que deberá iniciar este año. Uno que será largo, difícil, pero que tanto el jugador como River desean que se cumpla feliz.

El Diablito podría hacer una parada en Girona antes de desembarcar en el monstruo de Manchester.El Diablito podría hacer una parada en Girona antes de desembarcar en el monstruo de Manchester.

Foto de tapa el Diablito con Elian en Villa Río Negro.

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