Manchester United dio el golpe y se consagró campeón de la FA Cup tras vencer por 2-1 a Manchester City en la gran final en Wembley. Pieza clave para el título fue Alejandro Garnacho, que anotó el gol que abrió el marcador y participó activamente del segundo tanto de los Diablos Rojos. Luego del partido, vivió un emotivo momento con su familia y celebró junto a Lisandro Martínez con la bandera argentina.
El cronómetro marcaba los 29 minutos del primer tiempo cuando el portugués Diogo Dalot metió un gran pase desde su campo para el delantero. El croata Joško Gvardiol le ganó la posición y cabeceó atrás para el alemán Stefan Ortega Moreno, quien había salido y quedó a mitad de camino, por lo que al Bichito solo le quedaba empujarla para inflar la red.
Menos de diez minutos más tarde, ya con la ventaja en el marcador, los Diablos Rojos ganaron en confianza y encontraron espacios para lastimar a un desorientado equipo de Pep Guardiola. El propio Garnacho también inició la jugada del segundo gol, a los 38 de aquel primer tiempo, con un buen desborde por derecha, un toque al medio para Bruno Fernandes que, con una sutileza, dejó solo a Kobbie Mainoo, quien definió para el segundo.
Ya en el descuento, el neerlandés Erik ten Hag sacó al autor del primer gol del partido para que ingrese el sueco Victor Lindelöf. El público presente de Manchester United despidió de pie y con aplausos a una de las grandes figuras que tuvo el equipo para conquistar la FA Cup en Wembley.
Luego del pitazo final, Manchester United comenzó con los festejos del título en la FA Cup. Alejandro Garnacho, la gran figura del partido, fue corriendo a la tribuna donde se encontraba su familia y se fundió en un emotivo abrazo que se volvió viral en las redes sociales. Su padre, Alex, que es español, le entregó una bandera de la Argentina, que luego flameó por todo Wembley.
Ya en el vestuario, posó junto a Lisandro Martínez, de quien alguna vez reconoció que lo considera «como un padre» dentro del vestuario de los Diablos Rojos, dada su relación que se extiende en la Selección Argentina. «Soy el más joven del grupo y Lisandro Martínez es como mi padre porque cuando me tiene que regañar, me regaña, y cuando hago las cosas bien, me lo dice. Siempre me intenta ayudar en todo», había declarado.
Lisandro Martínez
Lisandro Martínez tiene 26 años, nació en Gualeguay, jugó en Newell’s, Defensa y Justicia y Ajax, hasta que aterrizó en Manchester United. Lo adoran en Inglaterra, destroza la teoría de la enemistad eterna entre argentinos e ingleses, al menos, sobre el campo de juego. El fútbol es otro asunto: las emociones suelen estar a entera disposición. “¡Argentina, Argentina!”, le cantan. Ahora, que sale campeón doméstico. O ayer nomás, cuando regresaba, después de una eterna lesión.
Imposible no conmoverse, en el corazón de Londres, en la Catedral del fútbol. Lo llaman el “carnicero”, por su salvaje manera de defender lo propio. Al límite, con alma y vida. Lisandro Martínez es campeón, otra vez, bajo el calor del rojo fuego del United. Y es, sobre todo las cosas, un campeón del mundo.
Esta vez, Wembley fue el teatro de los sueños del United apoyado en los tantos en la primera mitad de Alejandro Garnacho, su amigo y colega, cada día más “argentino” y de Koobie Mainoo, ambos de 19 años. Todo un símbolo. El belga Jeremy Doku descontó en el final para decorar el resultado. “Estoy muy emocionado. No fue una temporada buena, no fue lo que esperamos, pero festejamos esta copa, que también es importante. Tuve una temporada con muchas lesiones, que nunca me había pasado, pero sé que nunca me tengo que dar por vencido. Por mi mentalidad, no me va a parar nadie”, exclama Lisandro, con la medalla colgada en el cuello. Bajo el calor del “¡Argentina, Argentina, Argentina!”, tiempo después de comportarse como un auténtico caudillo.
